Javier Díaz Domínguez es el director de marcas de Contrapunto, una de las agencias de publicidad más importantes de España y perteneciente al Grupo BBDO.  Tanto Javier como su agencia fueron de los primeros en sumarse a nuestra campaña y casi dos años después de firmar nuestro compromiso, él nos cuenta qué tal lo llevan y si esto les ha supuesto un problema de cara a sus clientes. ¿La respuesta? ¡Os sorprenderá!

¿Dónde trabajas actualmente y cual ha sido tu trayectoria dentro del mundo de la publicidad?

Trabajo en la agencia de publicidad Contrapunto dónde sigo desarrollando mi carrera profesional después de más de 12 años. Anteriormente inicié mi formación en Grupo Barro, una agencia española muy reconocida en los años 80, 90 en nuestro país y tuve un paso fugaz por Tapsa. Mi trabajo lo he desarrollado desde el departamento de cuentas de la agencia.

¿Por qué en Contrapunto habéis decidido sumaros a nuestra campaña?

Hace ya unos 7 años que comenzamos a colaborar con FAADA en diferentes proyectos y campañas para la defensa de los animales. Desde entonces hemos hecho acciones para denunciar por ejemplo el abandono de animales de compañía, campañas contra el uso de pieles de animales para la moda, o la última muy enfocada en evitar el uso de animales salvajes en producciones audiovisuales desde cine, televisión a lo que más nos afecta a nosotros que es la publicidad. Contrapunto históricamente ha sido una agencia muy ligada a apoyar las causas sociales de nuestro entorno con campañas históricas como la del “Si da, no da”, para fomentar el uso del preservativo entre los adolescentes para evitar el contagio de enfermedades como el sida. Campañas de seguridad vial, de fomento de la lectura, de prevención de la drogradicción o de igualdad en las tareas domésticas. Lo seguimos haciendo con FAADA con esta campaña que apela directamente a la ética profesional de nuestro sector, y que fue algo que pensamos que estaba en nuestra mano no sólo evitar sino difundir entre nuestros colegas de profesión, clientes y medios de comunicación.

¿Ya erais concientes de estas problemáticas?

Los animales en general siempre han sido recursos de mucho éxito para difundir mensajes muy concretos, como transmitir sentimientos, valores, o representar la personalidad de una marcas. Al igual que pasa con los niños que nos acercan las marcas y nos las hacen más amables. Siempre se han usado animales y se seguirán usando, la diferencia con el pasado es primero que la sociedad evoluciona y somos cada vez más conscientes de que nuestro desempeño profesional ha de ir en consonancia con un alto nivel de exigencia en cuanto a ética y responsabilidad moral, y en segundo lugar que  ahora disponemos de los medios técnicos y tecnológicos para replicar una animal salvaje y por tanto podemos evitar su uso real. Nuestra profesión lleva muchos años autoregulándose para hacer una publicidad legal, veraz , honesta y leal, dentro de ese marco en Contrapunto siempre hemos intentando que nuestro trabajo cumpla con estos requisitos.

¿Alguna vez el hecho de no querer utilizar animales salvajes ha supuesto un problema de cara a los clientes?

Nunca lo ha sido, porque nosotros decidimos lo que presentamos y lo que no. Ahí está la clave porque el origen del problema está en nosotros. Si una agencia o un creativo sabe que hay ciertos recursos inviables de usar en sus campañas, directamente no se piensan. ¿Verdad que es inviable que se pueda hacer un rodaje en Marte o en la Luna? No por ello dejamos de pensar ideas que ocurren en Marte o en la Luna porque gracias a las técnicas de producción se puede recrear lo que queramos. Siempre controlamos que las ideas que salen de la agencia cumplan con el requisito de no usar un animal salvaje real, y seguimos usando animales salvajes pero replicados con técnicas de retoque digital, o de 3D. La primera campaña de Adnimalsfree que lanzamos para FAADA se realizó recreando un gorila y un león a través de retoque digital. Y así seguiremos haciéndolo.

¿Qué diríais a un cliente que os pidiera una campaña con animales salvajes para intentar hacerle cambiar de idea?

Bien, que lo hacemos replicando al animal con técnicas de producción. Hay alternativas a llevarlo a un set de rodaje con las consecuencias que esto puede tener para su vida. De todas maneras aún no nos lo han pedido.

¿En caso de que tuvierais que incluir a un animal salvaje en uno de vuestros trabajos que tipo de alternativa (3D, animatronics…) utilizaríais?

Esto es una decisión que depende de la complejidad del trabajo a realizar y del presupuesto de producción disponible. En función de eso decidimos siguiendo la experiencia de nuestro equipo de producción audiovisual qué técnica utilizar.

¿En tu opinión depende más de las empresas anunciantes, de los creativos o del público final que se sigan utilizando animales en publicidad?

Depende de todos concienciarnos de que es una mala práctica y cada vez creo que socialmente somos más críticos con lo que consumimos. Las redes sociales están ayudando a que estos mensajes que pasan desapercibidos para el gran público sean objetivo de debate y se cuestionen. Desde otro ámbito se puede dinamizar a nivel legislativo en la Ley General de Publicidad o con mecanismos de autocontrol. Pero sin duda depende mucho de las agencias que somos los generadores de las ideas, el origen del que parte todo el proceso hasta su producción. En otras industrial como el cine o la televisión habría que valorar de quién depende en origen.

¿Queréis decir algo en particular a nuestros lectores y a los profesionales de tu sector?

Los animales forman parte de nuestro entorno, sabemos la función natural que cumplen en el equilibrio de nuestro ecosistema y deberían permanecer en él. Podemos disfrutar con ellos y de ellos de muchas maneras, pero siempre desde el respeto a su naturaleza, a su hábitat y a perpetuar su existencia. La responsabilidad está en nuestra manos, en las pequeñas decisiones que tomamos cada día sin que esto perjudique nuestro desarrollo como personas, como sociedad, como profesionales. Vivimos en mundo en el que cada vez más cosas son posibles pero no debemos olvidar que lo posible es que dejemos de vivir en este mundo si no nos ocupamos del mundo. Citando a Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados”.