PETA ha denunciado un nuevo caso de maltrato animal en el rodaje de la película Crazy Alien.
Un perro pastor alemán fue encerrado en una jaula suspendida en el aire y zarandeada para luego ser lanzado a un lago helado. La escena se repitió durante varias tomas.
El protagonista de la película, Matthew Morrison, ha declarado en sus redes sociales que no estaba presente en la grabación de esa escena y que ha llamado a los productores para expresar su “indignación”.

El equipo de producción de Crazy Alien ha publicado una declaración en la que se disculpan y explican que “en la grabación, el perro y la jaula se mueven hacia arriba encima del agua, sin sumergirse. Pero durante el rodaje, la altura se calculó mal y la jaula cayó al agua. Luego, sin diagnosticar bien este problema, se hizo una segunda toma. Eso fue un error. El bienestar del perro debería haber sido primordial”.
El vídeo proviene, según PETA, de un denunciante anónimo que estaba en el set. Este denunciante afirma que la intención era que el perro ladrase lo más fuerte posible y añade que, en otro momento, fue una grúa la que elevó la jaula con el perro y la hizo girar a alta velocidad hasta soltarla en el río.

La escena se gravó en China en noviembre de 2017 y PETA pide que sea eliminada de la película. La ONG también exige que el director, Ning Hao: “debería comprometerse a no volver a trabajar nunca más con animales vivos. Pedimos que el elenco, incluido el actor de Glee, Matthew Morrison, done sus salarios a organizaciones de protección animal en China”.
Fuente e imagen: Variety