Por Javier Díaz. Director de Marcas de Contrapunto.
La realidad es que hace unos años no había tanta conciencia, ni responsabilidad social, ni medioambiental como hay ahora. Y en las empresas no había políticas o protocolos internos de Responsabilidad Social Corporativa o de prácticas medioambientales.
Han tenido que surgir ciertos actores como las ONGs, sobre todo, o los propios ciudadanos, para denunciar las malas prácticas que se estaban llevando a cabo para despertar una conciencia en este sentido.
En el caso del uso de animales, nuestra conciencia se despertó cuando FAADA nos hizo saber las circunstancias en las que se usan los animales salvajes en publicidad y las consecuencias que tiene en sus vidas. Seguro que si muchas empresas fueran conscientes de ello, dejarían de manera tajante de abusar de ellos. Cuando FAADA nos planteó la problemática y nos sugirió sumarnos a la causa, la de además, defender a los animales, contestamos: ¡Pues vale, nos sumamos a la causa, tiene sentido! Es algo que todos deberíamos dar por supuesto y que apela al sentido común porque… al final, ganamos todos: animales, el ecosistema en el que viven y nosotros que lo compartimos con ellos.
¡Ah! Y las ideas que cualquier agencia pueda tener, relacionadas con animales, no tienen porqué dejar de llevarse a cabo, ahora que tenemos a nuestra disposición herramientas tecnológicas avanzadas.
Una consecuencia positiva y añadida del NO uso de animales salvajes reales es el negocio que se genera por la recreación de estos mediante el uso de las nuevas tecnologías como el 3D, el Animatronics o incluso los programas que todos conocemos de retoque digital. Las posibilidades de nuevo negocio que se abren a empresas de postproducción, imagen digital, etc, son grandes. Si una industria como la de los videojuegos, que ya supera al cine en ingresos generados a nivel mundial, lo hace todo de manera digital, la industria en general del ocio, del entretenimiento o de la publicidad debería seguir sus pasos, aunque a veces la urgencia o la falta de presupuesto hace que muchas empresas lo realicen a cualquier coste sin tener en cuenta las consecuencias.
Por todo ello, recomendamos a anunciantes, agencias y productoras que firméis por esta causa. Porque nos beneficia a todos y no impide que se ejecuten nuestras ideas.