La película “Mia y el león blanco” se estrenó en las salas cinematográficas el pasado 12 de abril.
Además de hablar de la historia de amistad entre un león y una niña, el objetivo de la misma es, según sus creadores, promover la conservación de estos animales y disuadir a las personas de interactuar con ellos. Desafortunadamente la realización de la película parece abogar exactamente por lo contrario.
Para el rodaje, el director de nacionalidad francesa Gilles de Maistre trabajó con Kevin Richardson: el hombre, conocido como el «susurrador de leones” afirma ser un activista de la vida silvestre, pero los animales de su centro han sido en gran mayoría comprados y nunca volverán a vivir en libertad. Continue reading