Muchas personas hoy en día conocen las graves implicaciones del uso de animales salvajes en los circos e incluso enteras ciudades en todo el mundo se han declarado libres de circos con animales.
Tanto adultos como niños ya son plenamente concientes de que arrebatar a un ser vivo de su hábitat natural y de su familia, obligarlo a llevar a cabo comportamientos anti-naturales y mantenerle en un estado de sumisión mediante la violencia o la manipulación con hambre, es algo inaceptable en una sociedad moderna y no tenemos dudas de que, más pronto de lo que no podamos imaginar, llegará el día en que los circos con animales habrán desaparecido por completo.
Es por este mismo motivo que seguimos quedándonos muy sorprendidos al constatar que en nuestro país se sigue sin entender totalmente las problemáticas relacionadas con el uso de animales en publicidad. En muchos casos, incluso esos profesionales del sector audiovisual que se definen “amantes de los animales” y que en una u otra ocasión han participado en iniciativas en contra del maltrato animal, nos indican que este tema “no es para tanto”. Incluso esas personas que se indignan a la hora de escuchar hablar del uso de tigres o elefantes en los circos, son capaces de quedarse indiferentes y hasta aplaudir a la hora de ver un anuncio protagonizado por el mismo animal.