Después del mono capuchino, el mapache, la tortuga de florida y el cerdo vietnamita, la nueva moda en “mascotas” es el suricata. Esta moda, que empezó en Estados Unidos y Reino Unido, se ha ido propagando y ya ha llegado a España. El gran éxito comercial de estos animales ha sido promovido por anuncios, películas y series de televisión. Por ejemplo, en la serie Olmos y Robles, uno de los personajes tiene a un suricata como animal de compañía. Desde los medios, se presenta a los animales salvajes como individuos simpáticos y dóciles, pero no se hace mención alguna a los problemas de tenerlos en casa o a las consecuencias que esto comporta.
Etiqueta: mascotismo
Los preciosos vídeos virales…de animales explotados (Parte I)
Los animales gustan. Y los vídeos de animales salvajes también. Especial atención se suele poner en éstos si los animales están realizando algún comportamiento extravagante, si tienen un físico peculiar o si se relacionan con otras especies.
Es muy común que este tipo de vídeos se hagan “virales” y que incluso la persona que menos comparte y que menos publica en su muro, sucumba a la tentación de colgarlo o enviárselo a su amigo o a su tía. Incluidos muchos amantes de los animales.
Nos emocionamos con la belleza, exotismo o humanidad de los animales en cuestión. Pero nos fijamos tan sólo en los individuos que aparecen y en lo que hacen. Sin embargo, pocas veces uno se da cuenta de que hay una señal, ya sea unos barrotes, un césped bien cortado o un coche aparcado; de que el entorno en que se han grabado las imágenes implicaba cautividad.
Tampoco es muy frecuente que alguien se pregunte por qué un ocelote (que vive en América) aparece jugando con una hiena (que vive en África), por qué un cordero va a necesitar que un perro le dé el biberón o por qué una cría de tigre está sobre un sofá.