Aunque en la gran pantalla tigres, osos, leones etc. aparezcan en plena forma, y aunque sus entrenadores aseguren que se trata de animales felices y bien cuidados con los que mantienen una relación de amistad, la verdad es que todos estos “actores” son animales que no pueden cumplir con sus necesidades básicas, que sufren diariamente un gran estrés, y que siguen siendo muy peligrosos para las personas.