Los chimpancés son posiblemente los animales más explotados por la industria publicitaria y audiovisual en general, y cada día más científicos condenan esta “técnica de venta” y subrayan las graves consecuencias para los animales implicados.
Jane Goodall, la reconocida primatóloga, ha afirmado en varias ocasiones que el uso de estos animales en publicidad les ridiculiza y les degrada ante los ojos de las personas, que les acaban viendo como simples “objetos”.
El hecho de vestir a los chimpancés con ropa humana y hacerles actuar además, proporciona a los telespectadores una visión distorsionada de la realidad y les impide ver que estos animales están en peligro de extinción, exactamente al igual que gorilas y orangutanes.