En este anuncio de perfume de Caperucita Roja, el lobo no es feroz ni se come a nadie. De hecho, el animal era una loba ártica en cautividad: Neira, madre de Tizón y Canela, en el Centro de Exhibición de Fauna Atóctona La Grandera, en Cangas de Onís, Asturias. Este "zoo" intercambia animales, anunciándolo en su web, como si de objetos se tratase. El anuncio es de 1998, pero creemos que es un ejemplo de publicidad que NO queremos ver repetida en la actualidad.