Éste es un caso más de la utilización del “mono de circo”. Tradicionalmente se no has acostumbrado a ver chimpancés realizando actividades humanas, antropoformizados. FAADA contactó con la empresa anunciante así como con el Consell Audiovisual de Catalunya para expresar su malestar y advertir de los posibles daños que sufrió el animal. Por parte de Volkswagen nos contestó, simplemente, el Centro de Atención al Cliente de Volkswagen asegurándonos que en ningún momento se había maltratado al chimpancé. También se nos informó que en caso de averiguar que se lleva a cabo un trato cruel al animal, dejarían de trabajar con la empresa o persona responsable del animal. Pero en ningún caso se nos dieron pruebas ni certificaciones que el animal vivía en buenas condiciones y no era maltratado. Tampoco se nos facilitó quién era responsable del chimpancé, para realizar las pertinentes investigaciones. Por su parte, el Consell de l'Audiovisual de Catalunya contestó nuestra reclamación, afirmando que “habían realizado un análisis donde no encontraron indicios de crueldad, maltrato o sufrimiento” y que el chimpancé aparecía en el anuncio “de forma tranquila y sonriente”. Pero en ningún caso nos explicaron el procedimiento del análisis, ni quién lo había realizado, y lo más grave, su afirmación sobre la sonrisa del chimpancé es una evidencia de su desconocimiento del tema. La “sonrisa” de los chimpancés, en su hábitat natural, es un gesto de temor y miedo. Y en los chimpancés entrenados, éste es un gesto que realizan forzados. Por todo ello, les dirigimos una segunda carta, donde exponíamos todas nuestras dudas a su análisis y les recordamos que en las Ordenanzas sobre la Protección, Tenencia y Venta de Animales de la ciudad de Barcelona establece como infracción grave en el punto 3.k) de su artículo 48 “la utilización de animales en espectáculos, filmaciones, actividades publicitarias, actividades culturales y religiosas y cualquier otra actividad siempren que les pueda ocasionar daño o sufrimiento, o bien degradación, parodias, burlas o tratamientos antinaturales, o bien pueda herir la sensibilidad de las personas que los contempan”. No hubo respuesta a nuestra segunda carta.