¿De dónde vienen los animales salvajes utilizados en producciones audiovisuales? ¿Dónde acaban cuando ya no trabajan?
Lo que siguen pensando muchas personas es que, en ambos casos, la respuesta es: familias que los quieren y los cuidan de principio a fin.
Pero como ya hemos demostrado en varias ocasiones, las cosas no van así. El caso de la osa Moyta, que suscitó un gran escándalo cuando se quedó atada a una farola bajo la lluvia mientras su entrenador se tomaba unas copas durante la fiesta de “Moros y Cristiano”, es solo otra demostración de esto. El animal de 40 años, es de propiedad de Gennadiy Grant, que ofrece a la osa para espectáculos, fiestas y eventos de todo tipo y que, según el mismo comenta, ha entrado a su animal para “el circo, para hacer equilibrios y para que la gente se fotografié junto a ella”.